miércoles, 23 de febrero de 2011

Dando vueltas

Al invierno lo haré primavera. A la noche espesa, alegría primera. Al ocaso, alba perpetua. El ayer será mañana. El trago amargo, pasión transformada. A ti yo te daré la vuelta. Serás mi almohada, te daré alma.

A ti, noche de invierno en el ocaso, trago amargo, a ti te daré la vuelta, te haré primavera, alegría primera, serás el alba, mañana, pasión transformada, tu alma, mi dulce almohada.



martes, 8 de febrero de 2011

Vivir sin miedo

No tengo miedo. Ya no tengo miedo. Este mundo pasa. Y mientras pasa, yo me detengo. Y veo.

Veo a todas las personas que pasan.

Y veo que todos nacemos y todos morimos, iguales y distintos.
Ya no tengo miedo, solamente siento.

Amo.
Sufro.
Vivo.

Pero no tengo miedo. No tengo miedo a ser quien soy.

Solamente hablo y digo: Aquí estoy.
Y ni hoy, ni mañana, ni nunca, volveré a tener miedo.
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sábado, 5 de febrero de 2011

Volver a respirar

Había olvidado caminar, había olvidado el color agitado del mar otoñal, no recordaba el aroma del café en la cafetera vieja de metal, ya no me acordaba del golpe de la lluvia en el cristal, tampoco la serenidad de las mañanas templadas al despertar, ni el palpitar de la noche en la ciudad, con sus bailes, sus gentes, su mirar.

Había olvidado caminar, había olvidado la pasión de la amistad, ya no me acordaba del tacto del periódico sentada en el sofá, no recordaba la alegría corta de comer una fruta y palpar, ni los paseos breves a casa de mi hermana a paso lento y tenaz, tampoco la emoción de la música en mi oído al acostar, con sus notas, sus voces, su sonar.

Había olvidado todas las cosas importantes de verdad.
Lo había olvidado y me siento mal.

Pero hoy, en esta inmensidad, puedo decir tranquila que estoy bien conmigo misma, que la guerra ahora es paz, que no tengo miedo a quedarme dormida, que vivo y amo la vida, que soy una, energía, que la enseñanza está conmigo todavía, y que mañana hay más, aún hay más.

Por fin.
Por fin, he vuelto a respirar.